Estaba yo embarazada de mi princesa, interneteando, cuando me encontré con una idea genial: unas bolsitas para llevar las muditas del bebe al hospital. ¿Como no se me habia ocurrido antes? ¿Como pude llevar la ropa de mi pitufo sin ellas? ¡Qué falta de "glamur",! Y cuando vi lo que costaban las bolsitas dichosas pensé en hacerlas yo misma. Valiente que es una, porque yo coser, lo que se dice coser...algun botón, algún bajo de pantalón y poco más. La ignorancia es atrevida y alli que me lancé, dispuesta a hacer no una, sino tres bolsitas. No tenia patrones, ni tela, ni maquina de coser, ni na de na, pero eso no me detuvo, y me fui al mercadillo a comprar. Vine cargada de retales, agujas, hilos, piquillos, puntillas, lazos y demas complementos variados para personalizar la bolsita de mi nena. Conforme iba haciendolas me fue entrando el gusanillo costuril, y decidí comprarme mi maquina de coser y llenarle el armario a mi gordi de vestiditos preciosos. Muy preciosos no me quedaron los primeros que hice, pero voy mejorando, como decían en el cole, ¡progresa adecuadamente!
Una toalla para las babitas
Y mi ultima obra de arte
Gana mucho puesto (las rebecas hacen maravillas)
Ahora soy una experta en bolsitas para la clinica, para la toquillita, para la muda de repuesto...en fin, para lo que se os ocurra.
Y continuo cosiendo y llenando mi casa de metros y metros de telas, lazos, entredoses, puntillas, encajes, botones y demas tesoros escondidos en las mercerias.